Las carreras matutinas

Dice una canción de timbiríche: "corro, vuelo y me acelero". ¡Tantas carreras para los citadinos! Hay que detenerse un momento y pensar si ya hicimos lo más importante del día; lo primero que debemos hacer al levantarnos.



No, tomar café, no. Aunque no suena mala la idea. Para mí, es agradecer a Dios por un nuevo día. ¿Y para ti?

Comentarios

Daniel A. Franco ha dicho que…
Lo que más agradezco a dios y a la vida durante el día es la capacidad de adaptación a horarios irregulares. El día es mi ciclo de sueño, entonces, al amanecer, olvida el café y las carreras, que para mí es hora de sacarme las medias, la tanga y los tacones, y meterme bajo la cama con sábanas revueltas y atadas hasta en nudo por el habitante anterior a mí, pero eso sí, todavía agradablemente entibiada.

Pero sí "enciendo el radio para oir el rock". Lo de dejar la cama con un salto veloz, a menos que hubiera un terremoto, porque a estos años a veces hasta se requiere un gato hidráulico para sacarlo a uno de la cama…

D
Anónimo ha dicho que…
Claro, los relojes biológicos varían de persona a persona. También su concepto de "inicio del día". Para algunos, el inicio es cuando sale el sol. Para otros, cuando comienzan sus actividades laborales. En el caso de unos más ortodoxos, cuando da el primer segundo del primer minuto del día.

A mí me ha tocado vivir ambos mundos: el de los vivos durmientes y el de los dormidos vivientes. Siempre considero mi inicio de día cuando me levanto para realizar las tareas del día en curso. Ese es el inicio en que agradezco a Dios por la vida. Lo demás, es ganancia.

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